viernes, 21 de diciembre de 2012

El origen del primer Repetto en México ¿Malta o Génova?


Gran parte de la información que se conserva hasta nuestros días sobre los primeros Repetto de nuestra línea en América, radicados en Ciudad del Carmen, se tiene gracias a que éstos fueron -y muchos de sus descendientes son hasta la fecha- parte importante de la sociedad carmelita desde mediado del siglo XIX.

Sin embargo, parte de esta información contradice la que se ha obtenido gracias a las fuentes documentales (archivos del Registro Civil y Parroquiales). Muchas veces estamos ante datos anecdóticos.

En el tomo VII de la Enciclopedia Histórica de Campeche, capítulo Las turbulencias en aras del progreso (1868 a 1916) y subcapítulo El deceso de don Victoriano Niévez el autor reprodujo textualmente una porción de de uno de los libros (no se indica cuál) del doctor Leopoldo Cervera Certucha dedicada a don Victoriano Niévez Céspedes, importante filántropo y comerciante carmelita. Se reproduce a continuación la parte relativa a los Repetto:

En 1838 (don Victoriano Niévez) contrajo nupcias con la señorita Trinidad Hernández, de cuya unión nacieron Ana Eugenia, Trinidad y Albina, ésta muerta a los doce años. La señorita Ana Eugenia se casó con el señor Manuel Repetto Badía (familia Repetto Niévez), hijo del señor Manuel Repetto Simoni, de ascendencia italiana, nacido en la isla inglesa de Malta y casado en Carmen con la señorita Francisca Badía. De este matrimonio nacieron Edmundo y Erasmo, ambos muertos en la plenitud de la vida; Emigdia, casada con el señor Joaquín Paullada Escofié; Estela, casada con don Tomás Requena Abreu; Edelmira, con don Lucas V. de Sánchez; y Manuel, casado con la señorita Dolores Abreu Pérez.

El libro completo se puede leer en el portal de la Secretaría de Cultura de Campeche. El párrafo referido anteriormente se encuentra en la página 628 impresa (637 digital) del séptimo tomo de la Enciclopedia Histórica de Campeche.

Regresando al fragmento del relato del Dr. Cervera, cabe hacer varias observaciones:

1. Es un hecho histórico que Ana Eugenia Niévez Hernández se casó con Manuel Repetto Badía. La boda se celebró el 2 de enero de 1863 en la parroquia de Nuestra Señora del Carmen. Este evento -incluido en los árboles genealógicos administrados por un servidor- es confirmado por los archivos parroquiales de Ciudad del Carmen, publicados e indexados en FamilySearch:

2. Contrario a lo que indica el Dr. Cervera, los padres de Manuel Repetto Badía no se llamaron Manuel Repetto Simoni y Francisca Badía, sino Juan Repetto y María Badía, ancestros comunes de todos los Repetto mencionados en este blog (tatarabuelos del que escribe). Esto lo confirma el registro al que se enlazó en el párrafo anterior.

3. La lápida de Juan Repetto, padre de Manuel Repetto Badía, nos indica que fue natural de Camogli, Génova y no de Malta:

Foto tomada en febrero de 2012 por el administrador de este portal

Con la fecha indicada en la lápida, se tramitó la siguiente acta de defunción:

(Click para ampliar)

Que indica claramente que éste es el Juan Repetto que estuvo casado en vida con María Badía, cuya lápida se encuentra a meros centímetros de la de él:


Y cuya acta de defunción contiene la siguiente información:


4. Efectivamente, Edmundo, Erasmo, Emigdia, Estela, Edelmira y Manuel fueron hijos de Manuel Repetto Niévez y Ana Eugenia Niévez Hernández. También es correcta y verificable, por medio de FamilySearch, la información dada sobre sus respectivos cónyuges*. 

Como ya se ha mencionado en otras entradas y en el documento al que se enlaza a la derecha de este blog, Juan Repetto y María Badía tuvieron tres hijos: Juan Luis, Manuel y Francisco Repetto Badía. El primero se casó con María Francisco Torre Medir, Manuel -como se recuerda en esta entrada- con Ana Eugenia Niévez Hernández y Francisco con María de la Cruz Azcúe Inurreta.

En conclusión, las fuentes documentales indican que son erróneos varios datos importantes de la anécdota sobre el origen de los Repetto narrada por el Dr. Leopoldo Cervera Certucha y reproducida en la Enciclopedia Histórica de Campeche, aunque cabe señalar que la única referencia que se tiene sobre el nacimiento de Juan Repetto es su lápida.

*Registros correspondientes:

viernes, 14 de diciembre de 2012

La muerte de Julio Adolfo Repetto Ortega


Julio Adolfo Repetto Ortega fue hijo de Hernán Repetto Lizarraga, nieto de Juan Repetto Torre, bisnieto de Juan Luis Repetto Badía y tataranieto de Juan Repetto Simonet.

El miércoles 2 de abril de 2008, el Diario de Yucatán publicó la siguiente nota necrológica:

JULIO ADOLFO REPETTO ORTEGA

Repentinamente y a la edad de 58 años, ayer falleció en esta ciudad el señor Julio Adolfo Repetto Ortega.

El cuerpo está siendo velado en la Funeraria Quevedo y será incinerado en Jardines del Recuerdo hoy. Las cenizas serán depositadas en una cripta de la iglesia de Nuestra Señora del Líbano.

Le sobreviven sus hijos Julio y Alejandro Repetto Juárez, madre Teresa Ortega Pérez viuda de Repetto, hermanos Carlos, Teresa, Humberto, Eduardo, Silvia y Luis, y sobrinos.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Boda de Íngrid Loreto Repetto Mena y Jorge Isaac Saidén Molina


Íngrid Loreto Repetto Mena es hija de Eduardo Repetto Ortega, nieta de Hernán Repetto Lizarraga, bisnieta de Juan Repetto Torre, tataranieta de Juan Luis Repetto Badía y trastataranieta de Juan Repetto Simonet.

El domingo 23 de mayo de 2010, el Diario de Yucatán publicó la siguiente nota:

ENLACE SAIDÉN MOLINA-REPETTO MENA. Ante el altar de la iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, adornada de flores de azahar, lirios y lisianthus, anoche contrajeron matrimonio los jóvenes Jorge Isaac Saidén Molina e Íngrid Loreto Repetto Mena.

La novia, quien entró en la iglesia del brazo de su padre, señor Eduardo Repetto Ortega, lució un vestido con faldones de tul bordado de cristales de Swarosvki, velo largo de tul ilusión con cintilla de seda, tiara de cristales austríacos y ramo de rosas, orquídeas, hortensias y lisianthus. Complementó su atuendo con joyas recuerdo de familia.

Fueron pajes Alejandro y Leonardo Cárdenas Alonso, Roberto y Regina Mena fuentes, Mateo y Máximo Torres Sauri, Leonardo y Nicolás Mena Polanco, Marco y Natalia Ordóñez Ordóñez, Maximiliano Molina Marrufo, Isabela Cámara Sierra, Elisa Ávila Sánchez, Arlette Mena Arjona, Marina Civeira Solís y Moisés Méndez Atoche.

Concelebraron monseñor Joaquín Vázquez Ávila y el presbítero Gonzalo Aguilar Fernández, y apadrinaron a los contrayentes sus padres, esposos Repetto Ortega y Loreto de Guadalupe Mena Vidal, y Jorge Isaac Saidén Méndez y Genny María del Rosario Molina Sosa. Armonizó la misa el dueto de violines de los maestros Gabriel Cárdenas y Flor Novelo Rico.

Posteriormente se ofreció una recepción social en la hacienda Chichí Suárez en honor de los nuevos esposos, quienes salieron de luna de miel a la Rivera Maya, Miami y un crucero por el Caribe.

La boda civil se celebró el 24 de abril pasado: Firmaron el acta como testigos, por Íngrid Loreto, sus hermanos Eduardo y Mauricio, y por Jorge Isaac, su hermana Yasmine de Díaz y Rodrigo Ríos González.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Fallecimiento de Emma González Pérez viuda de Repetto


Foto: Nota necrológica
Emma González Pérez fue la esposa de Carlos Alfredo Repetto Lizarraga, quien fue hijo de Juan Repetto Torre, nieto de Juan Luis Repetto Badía y bisnieto de Juan Repetto Simonet.

El lunes 3 de julio de 2006, el Diario de Yucatán publicó el siguiente obituario:

EMMA GONZÁLEZ VIUDA DE REPETTO

De manera repentina y a la edad de 92 años, ayer falleció en esta ciudad la señora Emma González Pérez viuda de Repetto, oriunda de Tizimín.

El cuerpo será incinerado en Villas Quevedo y sus cenizas serán depositadas en una cripta de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús (colonia Alemán), después de la misa de 7 de la noche.

La extinta estuvo casada con el señor Alfredo Repetto Lizarraga, pionero de la industria Licorera de Yucatán, y fue colaboradora del albergue San Vicente de Paúl y de las Siervas de María.

Le sobreviven sus sobrinos José Gabriel, Jorge Carlos, María Teresa, Emma Josefina, Margarita Rosa y Humberto González Méndez, y demás familiares, quienes reciben el pésame.

viernes, 30 de noviembre de 2012

Obituario de Edmundo Repetto Abreu


Edmundo Román Repetto Abreu (n. 14 de septiembre de 1897) fue hijo de Manuel Repetto Niévez, nieto de Manuel Repetto Badía y bisnieto de Juan Repetto Simonet.

El 5 de diciembre de 1922, La Revista de Yucatán publicó la siguiente información:

DEFUNCIÓN EN MÉXICO.-  Por la vía telegráfica se supo que el 28 en la mañana falleció en la capital de la República el estimable joven carmelita don Edmundo Repetto Abreu.

Hacemos presente nuestras frases de condolencia a sus estimables deudos, especialmente a sus afligidos padres don Manuel Repetto N. y doña Dolores Abreu de Repetto.

Edmundo Repetto Niévez, tío de Edmundo Repetto Abreu, también falleció a temprana edad,
teniendo apenas 22 años de edad (nació el 26 de agosto de 1873) al momento de su fallecimiento.
(Mausoleo de las familias Niévez y Repetto en el Panteón El Último Paseo de Ciudad del Carmen)

jueves, 22 de noviembre de 2012

Recordando a Jorge Fernández Tappan


Jorge Ignacio Fernández Tappan (nacido el 30 de agosto de 1934 en la ciudad de Mérida) se casó con Rosa Elena Repetto Tappan* el 24 de enero de 1956 en la iglesia Nuestra Señora de Fátima. Juntos tuvieron tres hijos: Francisco Javier (quien llegó a ser director de la Facultad de Antropología de la UADY), Jorge Carlos y María Gabriela Fernández Repetto.

Vida y obra

Jorge Fernández durante la
presentación de Tiempo de Mambo
(foto: UADY)
Jorge Fernández Tappan escribió y publicó los libros Relatos de un Viajero (2005), colección de anécdotas de sus tiempos como agente de medicinas, y Tiempo de Mambo (2009), acerca del despertar a la sexualidad de los adolescentes en los años 50's.

El prólogo del primero, una semblanza del autor como persona, fue redactado por el periodista Cintarazo (José Rafael Menéndez Navarrete), y se reproduce a continuación:

LIMINAR

El anecdotario de viajeros yucatecos se enriquece con esta colección de relatos que el lector tiene en sus manos, ópera prima de Jorge Fernández Tappan, reconocida pluma familiar para el público de la Península (Diario de Yucatán cobijó por muchos años sus comentarios cinematográficos y tópicos editoriales diversos).

Autodidacta de permanente inquietud cultural y deportiva, aún se le recuerda por su participación destacada en equipos amateurs de sóftbol y de fútbol. Por calles de la colonia Pensiones, casi siempre en compañía de Cofee, su perra Rotweiler, el Charro es una matutina figura trotadora cabalgando airoso la séptima década de su existencia, vera estampa incorporada al paisaje urbano de ese populoso vecindario.

Jorge pertenece a la primera generación de yucatecos que probó fortuna allende el Bravo. No fue lo suyo perseverar en el sufrido escenario laboral de los primos. Regresó a ganarse el sustento familiar sudando el calcetín como agente viajero, representante de laboratorios farmacéuticos.

Viajó mucho por el sureste de México. Con mayor frecuencia recorriendo poblaciones de Veracruz, Tabasco, Campeche, Q. Roo y Yucatán, sin desvincularse de su deporte favorito, el fútbol: portero de voluntad aduanera en los equipos cuyos colores defendió, como el club Merengues, torneo de veteranos de la Escuela Modelo, con el que fue campeón.

Cumplidor disciplinado en el trabajo como en el deporte, era tal su pundonor que una noche, al regresar de Chetumal, volcó su automóvil casi llegando a Mérida. Pasó por su casa, se puso el uniforme y sin decir nada defendió la portería de su equipo apenas unas horas después del accidente.

También se da tiempo para compartir, lo mismo en auditorios que en el domicilio de amigos, sus conocimientos musicales: charlas amenas e instructivas salpicadas del buen humor que lo caracteriza. De sensibilidad a flor de piel, muchos de sus escuchas recuerdan aún emocionados su versión del More los de Nervo.

Fernández Tappan dispone de más tiempo ahora, aunque sigue viajando aún. Con entusiasmo que otros jóvenes le envidiarían, de la rica veta de sus experiencias fue desgranando circunstancias viajeras y anécdotas ilustrativas y simpáticas. Pintoresco y paisajista, gracias a ese esfuerzo urdidor saben ahora familiares y amigos, con mayores relieves, cómo discurría la vida a mediados del siglo XX por los sitios que visitó: el estado de las comunicaciones, las facilidades de alojamiento en poblaciones pequeñas y detalles varios que para sus lectores recrearán los recorridos de su laboriosa juventud.

No pocos médicos y agentes de medicina de la antigua guardia verán retroceder las páginas del calendario en estas narraciones, circunstancias comunes en la esfera compartida, retratos similares a esos que la vida les imprimió con sus experiencias profesionales. El hombre y su entorno cambian, pero el proceso deja en cada quien residuos de identidad y ecos de pertenencia. Leer a Jorge será un poco salir al reencuentro de ellos mismos.

Tal vez el mérito mayor de este trabajo sea ese poder evocador que su lectura suscita con las descripciones físicas y anímicas de los personajes vivos en sus relatos, y el humor que alegra el canto de la memoria recobrada en ellos.

Sin más demoras, lector, vuelve la página. También tú te recrearás el espíritu con este viaje circular en el tiempo que nos hace presente el ayer en las evocaciones del autor.

Cintarazo

La solapa de Tiempo de Mambo contiene los siguientes datos de su trayectoria profesional:

Jorge Fernández Tappan nació en la ciudad de Mérida, Yucatán, en el año de 1934. Ejerció la crítica cinematográfica y musical en el suplemento cultural El Búho del extinto Diario del Sureste por cerca de 5 años.

Durante 14 años fue el responsable de la columna Cinecomentarios del Diario de Yucatán. 

Asimismo, en la desaparecida publicación cultural dominical de dicho rotativo, fue signatario de la sección Historia de la Música.

Por un breve período en el programa del noticiero televisivo “Entre Nosotros" del Canal 13 local, tuvo bajo su responsabilidad los comentarios cinematográficos.

Ha dado charlas sobre crítica cinematográfica e historia de la música a estudiantes avanzados de los siguientes planteles educativos: Colegio Peninsular, Escuela Modelo, CUM, facultades de la Universidad de Yucatán y otros auditorios. También ha hablado de los temas de su preferencia a miembros de sociedades de profesionales y de clubes de servicio y ha participado como jurado e integrante de mesas redondas sobre cine y música en repetidas ocasiones.

Fallecimiento

Jorge Fernández Tappan falleció el 15 de abril de 2010. No se publicó obituario en el Diario de Yucatán, pero sí las siguientes esquelas:






sábado, 17 de noviembre de 2012

Deceso de María Luisa Oramas Repetto


María Luisa Oramas Repetto fue hija de Virginia Repetto Azcúe, nieta de Francisco Repetto Badía y bisnieta de Juan Repetto Simonet.

El 19 de octubre de 1985, el Diario de Yucatán publicó el siguiente obituario:

Defunción en Veracruz.- A la edad de 85 años, anteayer jueves 17 falleció en la ciudad de Veracruz, donde residía, la Sra. María Luisa Oramas Repetto viuda de Remes, perteneciente a conocida familia yucateca.

Sus hijos Dr. Francisco e Ing. Luis Clemente, hermanos Raquel viuda de Loyo (en Veracruz), Hernán (en Guadalajara) y Alberto (en Mérida), hermana política Sara, sobrinos Oramas Peón y demás familiares están recibiendo el pésame de las personas de su amistad.


miércoles, 14 de noviembre de 2012

Beatriz Repetto Tió y Rubén Maldonado Cárdenas: Una vida de investigación y docencia


El jueves 1 de agosto de 2002, el Diario de Yucatán publicó, en su sección Imagen, la siguiente entrevista:

ENTREVISTA

Una vida de investigación y docencia.

Ser arqueólogo no es fácil, implica esfuerzo, estudio, dedicación, sacrificio y, sobre todo, un especial cariño por las cosas del pasado. Sin embargo, la recompensa es grande para quien el estudio del hombre y su cultura son el alimento diario.

Ésa es la impresión que dejan los arqueólogos Rubén Maldonado Cárdenas y Beatriz Repetto Tió*, quienes forman parte del grupo de pioneros de la investigación antropológica en Yucatán que han develado un poco el misterio de los mayas, y son formadores de casi todas las generaciones de arqueólogos surgidos de la Facultad de Ciencias Antropológicas de la Uady.

El visitante que llega de lejanos puntos del planeta para admirar la grandeza y la belleza de la cultura maya no puede dejar de pensar en las personas que levantaron los monumentales edificios, o trabajaron con sus manos las delicadas, exquisitas piezas cerámicas o de jade que han sobrevivido el paso del tiempo. Pero pocos se ponen a pensar en los actuales hombres y mujeres que con su trabajo constante rescatan de la espesura de las selvas, de lo húmedo de la tierra y de las sombras del misterio lo que fue la vida y desarrollo del antiguo pueblo maya.

Dos de ellos son Rubén Maldonado y Beatriz Repetto, quienes están unidos no sólo por el lazo indisoluble del matrimonio sino también por ese amor a las cosas del pasado, a la investigación y a la docencia, las cuales han sabido combinar durante más de treinta años.

—¿Cómo se forma un arqueólogo? —preguntamos.

—Con mucho esfuerzo y estudio —contesta “doña Bety”, como le llaman sus alumnos—, hay que tener mucha fuerza de voluntad para salir adelante, hay que luchar mucho, ya que el trabajo arqueológico implica sacrificios e incomodidades.

—Dadas las condiciones de relajamiento social y de una cultura encaminada más a la diversión y a vivir el momento, ¿hay jóvenes interesados en el pasado, en el estudio de lo antiguo?

—Pues hay de todo —indica don Rubén—, en la facultad hay buenos, regulares y malos alumnos, pero creo que si se sabe estimular al estudiante es posible rescatar a los regulares y a los malos.

—Pero tienen que poner mucho de su parte y si se consigue que entiendan la importancia del estudio antropológico es posible salvarlos.

—Maestra Bety, ¿cómo llega usted a ser arqueóloga?

—Mi padre, don Guillermo Repetto Milán, nos inculcó desde pequeños la afición al estudio y a la lectura, en las vacaciones nos traía libros, muchos libros, por lo que no nos faltaba material para aprender. Hubo un libro que me impresionó mucho, que se llamaba Dioses, Tumbas y Sabios, de C.W. Serant, y creo que fue por ello que me nació el deseo de conocer el pasado. A esto le añado haber asistido en los años cincuenta a una conferencia que dio el arqueólogo Alberto Ruz Lhullier, sobre los magníficos descubrimientos del templo de las Inscripciones en Palenque, entre ellos la tumba de Pacal.

—Sin embargo, no fue sino muchos años después que, platicando en la Alianza Francesa sobre estos deseos de estudiar antropología, conocí a un alumno del maestro Alfredo Barrera Vásquez, el hoy Dr. Ramón Arzápalo Marín, quien me dijo que hablara con el maestro Barrera y le expusiera mi deseo.

—Así lo hice. Él, luego de escucharme, me dijo que acababa de dar un discurso ante el rector de la Universidad de Yucatán, en ese entonces Francisco Repetto Milán, donde había hablado de la necesidad de que Yucatán contara con una escuela de antropología, y que el rector le había contestado “tráigame un grupo de alumnos y yo abro la escuela”.

—El maestro Barrera me dijo que hiciera una carta, buscara a 25 personas que quisieran estudiar y que la firmaran. Así lo hice y la llevé al rector. Ése fue el inicio del Centro de Estudios Antropológicos, hoy Facultad de Antropología.

—¿Cómo fue ese inicio?

—Pues había muy pocos profesores. El maestro Barrera daba muchas clases y, en general, teníamos muchas carencias. Entre los docentes estaban Román Piña Chan y Ana María Crespo, entre otros.

—Entre los compañeros de generación, Piedad Peniche y Salvador Rodríguez Losa, recientemente fallecido.

—¿Qué hizo después?

—Algunos trabajos de rescate en Yucatán y luego viajé a la ciudad de México, aceptando una invitación para integrarme al Departamento de Prehistoria del Inah, donde trabajaba un pasante de arqueología llamado Rubén Maldonado —recuerda.

—En México trabajé en el área de restauración, donde aprendí el manejo de las técnicas que se aplicaban en los museos de Inglaterra y Canadá y luego fui becada para tomar un curso sobre protección del patrimonio cultural, promovido por la OEA.

—También estuve en Jalisco, en el lago de Chapala. Ahí, durante el rescate de un terreno en el que se construiría un hotel, tuve la oportunidad de excavar y encontrar los restos de un mamut.

—Luego de casarme y trabajar en Chiapas, regresé a Mérida para formar el primer equipo de lo que sería un centro de investigaciones regionales con la encomienda de abrir el primer taller de conservación de materiales arqueológicos.

Era 1972, y al mismo tiempo entré a dar clases a la Escuela de Antropología con la materia de Teoría de la Conservación de Materiales Arqueológicos, la cual imparto hasta ahora.

—A su regreso, Rubén también fue invitado a dar las materias de Métodos y Técnicas Arqueológicas, y luego propone que se incluya la asignatura de Dibujo para Arqueólogos. Así que somos prácticamente maestros de todas las generaciones de arqueólogos yucatecos salidos de la escuela de antropología.

Don Rubén recuerda que su primer trabajo en Yucatán, y su primer contacto directo con la arqueología y la cultura maya, fue un salvamento en Chuburná de Hidalgo. Luego, de 1978 a 1979 le tocó trabajar en Uxmal, donde colaboró en el rescate y consolidación del Juego de Pelota.

—En este trabajo pude aportar mis conocimientos sobre arqueología y arte, ya que en la liberación y restauración se aplicaron por primera vez en la región las experiencias de la metodología de los estudios prehistóricos y de estética —señala el maestro.

—Otros proyectos importantes que he realizado en Yucatán son la liberación y consolidación del Templo de las Pilastras, en el sitio arqueológico de Ruinas de Aké, el castillo de Chacbolay y, desde 1993, dirijo el proyecto arqueológico de Dzibichaltún, donde se ha liberado y consolidado la Estructura 44, el rescate de una tumba en la Estructura 42, que permitió conocer los nombres de los gobernantes del sitio; rescate de unidades habitacionales y trabajos de mapeo y exploración que permiten ampliar el área del sitio y obtener nuevos datos sobre su desarrollo, el cual se remonta hasta el periodo Preclásico.

— ¿Hay mucha diferencia entre la arqueología de hace 30 años y la de hoy?

—Indudablemente —señala el arqueólogo Maldonado—, hace 30 años no existía siquiera un centro Inah, ya que no había arqueólogos en Yucatán.

—Esporádicamente llegaban investigadores del centro del país pero en temporadas muy cortas. El saqueo y la destrucción eran cosa cotidiana.

—En cambio, gracias a la existencia de la Facultad de Antropología y del centro Inah, se ha logrado salvar y devolver algo de su esplendor a la civilización maya.

—¿Qué le falta a la arqueología de Yucatán?

—Más recursos económicos, ya que, a pesar del enorme apoyo que en los últimos diez años se dio a la arqueología, es tanto el patrimonio cultural que es casi imposible trabajar todos los sitios.

—Es ahí donde debería entrar una estrategia para que la población adquiriera conciencia sobre la importancia de proteger el patrimonio cultural.

—¿El turismo masivo afecta a los sitios arqueológicos? ¿Qué se debe hacer al respecto?

—Regular —señala enfática Beatriz Repetto—. Es necesario controlar el acceso a los sitios y, en caso necesario, no permitir el ascenso de los visitantes a los monumentos que presentan algún riesgo de destrucción.

—Esta regulación y control de los sitios —interviene Rubén Maldonado— se puede lograr evitando la saturación de visitantes a pocos lugares, como sucede con Chichen Itzá y Uxmal. Por ello es importante que se trabaje en la consolidación de más sitios, en primer lugar para acrecentar el conocimiento y en segundo porque el turismo está llamado a ser una importante fuente de ingresos para el Estado.

—Es bueno que haya diversificación, pero no se puede negar que el turismo será muy importante para la economía del Estado, y, sobre todo, para las comunidades que están alrededor de esos sitios —coinciden.

—De hecho, esto tiene que venir acompañado de una mejor infraestructura hotelera y de servicios que también beneficiarán a las comunidades aledañas.

—En el aspecto académico, ¿qué ha variado en cuanto a los viejos conceptos sobre la cultura maya?

—Mucho —señala don Rubén—: primero, que no hay aquella creencia de que Yucatán se pobló en el periodo Posclásico. Ya sabemos que hubo ocupación muy temprana desde el Preclásico, y aunque no hay mucha evidencia todavía estamos seguros de que estudios en cuevas o cenotes nos llevarán todavía más atrás en cuanto a la ocupación de la Península, al nomadismo y a las etapas precerámicas, que prácticamente no se han estudiado en Yucatán.

—Otro avance es contar con un Atlas Arqueológico, cosa que no todos los estados tienen. Ésta fue una importante aportación del Dr. Eduardo Kurjack y de todos los arqueólogos que han trabajado los sitios prehispánicos.

—¿El trabajo en la docencia se complementa con la investigación arqueológica?

—Definitivamente —indica la maestra Beatriz—, el trabajo con los alumnos es estimulante y enriquecedor, incluso para el ánimo del profesor, que a veces puede caer en depresión, pero al llegar al aula uno se contagia de la alegría de los jóvenes y de inmediato entra en “sintonía”.

—Por eso es triste cuando nos topamos con un joven que, contagiado del desorden social, se deja arrastrar y pierde su tiempo en cosas vanas y no dedica el tiempo suficiente al estudio.

—Muchos alumnos se quejan de que al terminar la carrera de arqueología no tienen trabajo, pero deben entender que la formación universitaria que adquirieron les ayudará a obtener otro empleo, en el cual podrán desarrollarse, lo que les permitirá vivir con decoro —apunta la maestra Beatriz.

—¿Cuáles son sus planes como arqueólogos?

—En mi caso —señala Rubén Maldonado—, continuar en Dzibichaltún hasta donde el dinero y el cuerpo aguanten. Hay proyectos interesantes como el rescate de unos sacbeo'ob para que la gente que acuda al sitio camine sobre los mismos caminos que utilizaban los mayas.

—Yo desearía —señala doña Bety— estudiar el doctorado, no por el afán de competir, sino por el placer del conocimiento.

—¿De sus hijos, alguno heredó el amor por estudiar el pasado?

—Sólo uno, Adrián, pero él se inclina por la antropología social, así que no heredó el lado arqueológico de sus padres, aunque ha dicho que lo que sí quiere heredar es la biblioteca —señala entre risas la orgullosa madre.

—Mis otros dos hijos son Valentina, que terminó la carrera de Derecho, y Andrés, quien estudió Administración de Recursos Naturales en la Universidad Marista.

—Creo que es importante el trabajo de transmisión de tradición a los hijos y enseñarles a razonar.

—Si padres y educadores hicieran esto no habría tantos jóvenes que pierden el tiempo y su existencia en las discotecas y cosas inútiles.

—Hay que enseñarles que la vida debe ser productiva y que deben devolver a la comunidad lo que se recibe —enfatiza la maestra Bety.

—Y, sobre todo, que a pesar de las dificultades hay que ver la vida con optimismo —concluyen. — Ángel Rivera Pérez. — Mérida, Yucatán, julio de 2002.

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El arqueólogo Rubén Maldonado Cárdenas nació en Jojutla, Morelos, zona arrocera y cañera del centro del país, donde realiza sus estudios básicos, desde preescolar hasta el bachillerato.

Sin embargo, decide partir a la ciudad de México para realizar estudios de arte e iniciar una carrera como pintor. Ingresa en la Escuela Nacional de Artes Plásticas, conocida también como la antigua Academia de San Carlos, donde luego de cinco años se titula como Maestro en Artes Plásticas. Al terminar, se dedica varios años al arte, e incluso presenta varias exposiciones.

En ese tiempo no imaginaba que posteriores estudios harían que su carrera profesional diera un cambio radical, cambio que incluso marcaría también su vida personal.

Ante los problemas y carencias que rodean la vida de un artista, y luego de realizar estudios sobre Historia del Arte y Arquitectura Prehispánica, comienza a inclinarse por los temas antropológicos, lo que lo lleva a estudiar la carrera de arqueología. Durante sus estudios empieza a tener contacto con la arqueología de la Península, al trabajar en 1968 bajo la dirección del reconocido arqueólogo campechano Román Piña Chan, en los salvamentos arqueológicos que se realizan en la Villa Olímpica. Casi al término de su carrera recibe una invitación del profesor José Luis Lorenzo, su maestro, para trabajar en el Departamento de Prehistoria del Instituto Nacional de Antropología e Historia (Inah). En esos tiempos conoce a una joven yucateca, que llega desde Mérida a trabajar al mismo Departamento de Prehistoria, y con la que dos años después contraería matrimonio, Beatriz Repetto Tió.

Esta joven meridana, hija de los esposos Sres. Guillermo Repetto Milán y Beatriz Tió Domingo, luego de realizar estudios de idiomas y haber impulsado la apertura del Centro de Estudios Antropológicos de Yucatán, viaja a la ciudad de México a continuar sus estudios y a trabajar en el campo de la restauración.

En esos años surge el proyecto de la presa de la Angostura, en Chiapas, la cual dejó bajo el agua un sitio arqueológico completo. El arqueólogo Maldonado viaja a ese sitio para rescatar la mayor cantidad de información, pero antes contrae matrimonio con la arqueóloga Beatriz Repetto. Ésta sería prácticamente su primera investigación juntos.

Otra etapa en la vida del arqueólogo es la sindical. De 1974 a 1976 fue secretario del Trabajo y Conflictos en la delegación DII-345 del SNTE, en representación de los investigadores del Inah. En esos tiempos -recuerda-, cuando era director del Inah el maestro Guillermo Bonfil Batalla, luchan por cambiar las condiciones de trabajo de la dependencia, se implanta el sistema de escalafones, se abren los centros regionales y se impulsa la protección de los derechos de los investigadores, logros que hasta hoy se disfrutan.

Con la desconcentración administrativa del Gobierno Federal, y con el aliciente de una esposa arqueóloga oriunda de Yucatán, quien ya desarrollaba varios trabajos en el Estado, el arqueólogo Maldonado decide venir a Yucatán, lo que significaría el inicio de una nueva etapa en su vida profesional.

*Nota del administrador de Los Repetto en Yucatán: La arqueóloga Beatriz Repetto Tió es hija del profesor Manuel Guillermo Repetto Milán, nieta del Capitán de Marina Venancio Repetto Azcúe, bisnieta del Dr. Francisco Repetto Badía y tataranieta del comerciante genovés Juan Repetto Simonet.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Defunción de Joaquín Repetto Abreu


Joaquín Repetto Abreu (n. 28 de septiembre de 1905) fue hijo de Manuel Repetto Niévez, nieto de Manuel Repetto Badía y bisnieto de Juan Repetto Simonet. También fue bisnieto de Victoriano Niévez Céspedes.

Su esposa fue Olga Ocampo Castillo y su hijo Joaquín Repetto Ocampo llegó a ser Senador de la República en la L y LI legislaturas.

El 24 de mayo de 1971, el Diario de Yucatán publicó, en su sección de Ciudad del Carmen, la siguiente nota necrológica (con información rezagada un día):

Defunción.- Tras larga dolencia, ayer a las 10 horas falleció en Puebla el Sr. Joaquín Repetto Abreu, conocido hombre de empresa carmelita, cuyo cadáver fue trasladado en una carroza a esta ciudad el día de hoy.

El sepelio tuvo lugar hoy mismo a las 16, hora a que partió el cortejo de la casa No. 53 de la calle 22. La inhumación se efectuó en el Cementerio General.

Sus hermanos Manuel, José, Carlos, Ana, Carmela, Dolores y Ángela; hijos Joaquín y Enna, sobrinos, nietos y demás familiares están recibiendo las condolencias de las personas de su amistad.

Tumba de Joaquín Repetto Abreu en el Panteón El Último Paseo de Ciudad del Carmen

miércoles, 7 de noviembre de 2012

La muerte de Juan Repetto Azcúe


Juan Repetto Azcúe (n. 1 de octubre de 1885) fue hijo del Dr. Francisco Repetto Badía y nieto de Juan Repetto Simonet.

El 30 de marzo de 1941, el Diario de Yucatán publicó la siguiente nota:

EL CARMEN

28 de marzo.
DEFUNCIÓN EN MÉXICO.- Telegráficamente se supo aquí que hoy falleció en la capital de la República, donde hacía varios años que residía, el señor Juan Repetto Azcué, miembro de una antigua familia carmelita. Nuestro Pésame a sus deudos.

Tumba de Juan Repetto Azcúe en el Panteón
El Último Paseo de Ciudad del Carmen

jueves, 1 de noviembre de 2012

La presentación de la novela Vidas Hilvanadas (2009)

Artículo publicado en el portal Revista Laura el martes 17 de marzo de 2009:

La autora (Foto: Revista Laura)
Vidas Hilvanadas, nueva novela

Se presentó el libro “Vidas Hilvanadas” de Carmen Cecilia Repetto Tappan*. El evento se realizó en el restaurante del Club Campestre a donde acudieron amigos e invitados especiales de la autora.

La novela de 110 páginas, versa sobre tres generaciones de una familia de inmigrantes que atraviesan por diversas situaciones mostrando muchas facetas de las relaciones humanas, tristezas, amor y desamores e historias de mujeres de todo tipo.

“Vidas hilvanadas” fue presentado por la maestra Celia Pedrero y el narrador y periodista Roldán Peniche Barrera. Este último consideró el texto como parte de la literatura latinoamericana con una versión realista y capítulos breves, “que se leen en una sentada”, comentó.

La autora, quien es maestra de literatura, pretende escribir una segunda parte de esta novela y publicar cuentos cortos en dos volúmenes: “Cuentos tristes y otros cuentos” y “De oficios y quehaceres”.

El evento fue amenizado por el maestro José Luis Chan Sabido con música de violin. Al término de la presentación hubo un brindis en el lugar.

(Información sobre cómo adquirir el libro en el portal Revista Laura).


*Nota del administrador de Los Repetto en Yucatán: Carmen Cecilia Repetto Tappan es hija de Francisco Repetto Milán, nieta de Venancio Repetto Azcúe, bisnieta de Francisco Repetto Badía y tataranieta de Juan Repetto Simonet.

miércoles, 31 de octubre de 2012

Familia Repetto Milán


Don Venancio Repetto Azcúe, quien llegó a ser Capitán de Marina y Piloto Mayor de Puerto, se casó con Carmen Milán Nicoli el 16 de julio de 1895 en el puerto de Progreso.

Juntos tuvieron 4 hijos, todos nacidos en dicha localidad:
  1. Francisco, 10 de marzo de 1916 - 2 de enero de 1999 en Mérida. Se casó con Celia Eloísa Tappan Villamil, con quien tuvo tres hijas: Rosa Elena, Celia Patricia y Carmen Cecilia.
  2. Gilberto, 20 de julio de 1918 - 3 de julio de 1976 en la Ciudad de México. Se casó con Julieta Torres Campos, con quien tuvo tres hijos: Julieta del Carmen, Francisco y Carmen del Pilar.
  3. Manuel Guillermo, 27 de julio de 1924 - 21 de abril de 2011 en Mérida. Tuvo un total de cinco hijos, dos con Beatriz Eneida Tió Domingo (María de la Cruz y Beatriz Eugenia) y tres con María Teresa Menéndez Monforte (Carolina, Guillermo y José Manuel).
  4. Virginia del Carmen, 21 de diciembre de 1930 - 9 de agosto de 2012 en Mérida.
El patriarca de la familia, don Venancio Repetto, falleció el 13 de diciembre de 1956 y su viuda el 23 de marzo de 1977.

Familia Repetto Azcúe: Francisco, Carmen Milán Nicoli, Virginia del Carmen, Venancio
Repetto Azcúe, Manuel Guillermo y Gilberto Repetto Milán (foto de la familia, principios de la
década de 1930).

La familia Repetto Milán se extinguió por completo este año con la muerte de Virginia.

Ascendencia de la familia Repetto Milán
(click para ampliar)

martes, 30 de octubre de 2012

La muerte de Ana Nieves Hernández viuda de Repetto


Retrato de Ana Niévez Hernández
compartido por Jorge Elías Espinosa
Rafful en el grupo de Facebook
Soy Carmelita al 100% el
5 de febrero de 2012
Ana Nieves (Niévez) Hernández fue la esposa de Manuel Repetto Badía -quien fue el segundo hijo de Juan Repetto Simonet-, con quien se casó el 20 de diciembre de 1862. Manuel falleció el 14 de agosto de 1879.

Es bisabuela de los ex alcaldes de Ciudad del Carmen Jorge Guillermo Lara Repetto y José Guillermo Lliteras Repetto y del ex Senador de la República Joaquín Repetto Ocampo.

El miércoles 1 de marzo de 1905, La Revista de Mérida publicó el siguiente obituario en primera plana:

MUERTE DE DOÑA ANA NIEVES DE REPETTO

Cuando comenzaba ya a circular la edición de ayer de LA REVISTA, recibimos de nuestro corresponsal en Laguna, el siguiente telegrama:

"La honorable dama doña Ana Nieves viuda de Repetto, poseedora de una inmensa fortuna, falleció hoy a la una y media de la tarde, víctima de gangrena senil.

Queda al frente de la importante casa banquera de que era jefe, y de las fincas rústicas y urbanas, su hijo don Manuel Repetto Nieves. Sus disposiciones testamentarias se conocerán en breve y las comunicaré."

La señora Nieves perteneció a una de las familias más distinguidas de la isla del Carmen, a la cual su señor padre don Victoriano Nieves, de feliz memoria, y ella, prestaron siempre importantes servicios acudiendo con el contingente de su dinero, a impulsar y proteger muchas mejoras.

Su muerte, por tanto, ha de haber causado una dolorosa  impresión en la sociedad carmelita.

Que halle en el cielo la dicha a que se hizo acreedora por sus virtudes, y sírvanse sus deudos aceptar las frases de nuestra condolencia por la irreparable pérdida que han sufrido.

Mausoleo donde yacen los restos de Ana Nieves y su marido en el Panteón
El Último Paseo de Ciudad del Carmen, Campeche (click para ampliar)

Lápida de Ana Nieves en el citado mausoleo

viernes, 26 de octubre de 2012

La defunción de Juan Repetto Simonet


Foto de un retrato de Juan
Repetto, cortesía de Carlos
Repetto H.
Juan Repetto Simonet es el genearca de una porción significativa de los Repetto en México.

Según su lápida, nació en Camogli, Génova (Liguria) el 2 de junio de 1811 y falleció en Carmen, Campeche el 11 de agosto de 1877. Este último dato fue confirmado al obtener su acta de defunción y es doblemente corroborado con el obituario que se incluye en este artículo.

Sobrevivieron a don Juan Repetto su viuda María Badía, hijos Juan Luis, Manuel y Francisco Repetto Badía e hijas políticas María Francisca Torre Medir, Ana Niévez Hernández y Cruz Azcúe Inurreta y nietos Repetto Torre, Repetto Niévez y Barredo.

Tumba de Juan Repetto en la parroquia de Nuestra
Señora del Carmen (click para ampliar).
Al momento de publicar esta entrada, consta al autor que la descendencia de Juan Repetto ha llegado al menos hasta los hijos de sus bichoznos. En términos más simples, existen tataranietos de Juan Repetto Simonet que ya son bisabuelos.

Su linaje se ha extendido desde Ciudad del Carmen (cuna de los Repetto) a la Ciudad de México, Mérida y al resto de la República. En Mérida radican sus tataranietos Repetto Ortega, Cámara Repetto, Repetto Tappan, Repetto Tió, Tappan Repetto, Repetto Menéndez, sus descendientes y otras ramas donde ya se extinguió el apellido, tal como la descendencia del Dr. Marcelo Martínez Repetto.

El 23 de agosto de 1877, La Revista de Mérida publicó, en su edición número 63, el siguiente remitido con motivo del fallecimiento de Juan Repetto:

REMITIDO

Sr. Redactor de La "Revista de Mérida."- Tu casa, Agosto 21 de 1877.- Querido Adolfo: Te suplico tengas la bondad de insertar en las columnas de tu periódico las siguientes líneas que mi gratitud dedica a la memoria de mi bienhechor el Sr. D. Juan Repetto. Te anticipo las debidas gracias por tu bondadosa deferencia.- Soy tuyo, afectísimo amigo y S.- Gr. Salazar

Defunción

El día once del presente mes, a las doce y media del día, ha dejado de existir en la ciudad del Carmen (Laguna de Términos) el Señor D. Juan Repetto, comerciante de probidad y honrado ciudadano que ha dejado sin duda un recuerdo imperecedero en aquella sociedad. Yo que desde mis tiernos años quedé en la orfandad y fui acogido por él con la delicada solicitud de un padre, cuyo nombre le di siempre lleno de reconocimiento y él aceptó bondadoso; al poner estas líneas, no puedo menos que hacer patente mi inmensa gratitud a la memoria de aquel gran corazón abierto siempre a los sentimientos generales; de aquella alma noble que no exhaló jamás sino perfume de bondades. Al manifestar mi dolor a la amada esposa y huérfanos hijos, madre mía y hermanos muy queridos, por tan sensible pérdida,  les envío mi tierno pésame como un testamento público de mi profundo sentimiento y mi cariño sin límites.

Mérida, Agosto 21 de 1877
Gregorio Salazar

La nota necrológica citada en este artículo se encuentra en el N° 63 de La
Revista de Mérida, microfilmado y a disposición del público en general en
el Fondo Reservado de la Hemeroteca Pino Suárez. Es, hasta la fecha,
el obituario más antiguo que se ha encontrado
para este blog (click en la imagen para ampliarla).
Acta de defunción de Juan Repetto Simonet, tramitada en febrero de 2012. Aunque
aquí se indica que su segundo apellido es "Zimoneti", su partida de matrimonio y las
de bautizo de sus hijos indican que es Simonet. Sin embargo varía el nombre de su padre,
que aparece como Beato en su boda, Baltazar en el bautizo de sus hijos y Blas, como se
puede apreciar, en esta acta.

Ver también:

sábado, 20 de octubre de 2012

Fallecimiento de María Lizarraga Patrón de Repetto


María Lizarraga P. (foto
cortesía de Bertha Vázquez R.)
María Lizarraga Patrón fue la esposa de Juan Repetto Torre, quien fue hijo de Juan Luis Repetto Badía y nieto de Juan Repetto Simonet.

El 14 de septiembre de 1960, el Diario de Yucatán publicó la siguiente información:

Defunción en México.- Por telegrama recibido en esta ciudad, se supo que anteayer a las 7.30 a.m. dejó de existir en la capital de la República, a la edad de 76 años, la respetable Sra. María Repetto Lizarraga Patrón de Repetto, perteneciente a una antigua y conocida familia yucateca.

Por tan sensible pérdida, su viudo Sr. Juan Repetto Torre, hijos Alicia y Juan -en la metrópoli-, Berta y Hernán -en Martínez de la Torre- y María y Alfredo en esta ciudad; hijos políticos Ofelia Solís de Repetto, María Teresa Ortega de Repetto, Emma González de Repetto, Ing. Hernán Peniche B., Ing. Alfonso Vázquez Díaz y Oswaldo Cámara Rosas; hermanos Camilo, Olegario, Rosario y Sara, en esta ciudad; hermana política Olga Repetto de Trejo; nietos, sobrinos y demás deudos están recibiendo el pésame de las personas de su amistad.

martes, 16 de octubre de 2012

Deceso de Juan Repetto Torre


Juan Repetto T. (foto cortesía
de Bertha Vázquez R.)
Juan Repetto Torre (n. 16 de diciembre de 1880) fue hijo de Juan Luis Repetto Badía y nieto de Juan Repetto Simonet. Además fue el primer Repetto de esta línea en nacer en Mérida y tío materno del ajedrecista Carlos Torre Repetto.

Su esposa, María Lizarraga Patrón (con quien se casó en 1905), falleció antes que él.

El lunes 7 de enero de 1963, el Diario de Yucatán publicó el siguiente obituario:

Defunción en México.- Por noticias recibidas de la metrópoli, se supo que anteanoche dejó de existir en esa capital, de manera repentina y a la edad de 82 años, el Sr. D. Juan Repetto Torre, tronco de conocida familia yucateca. Los funerales se efectuaron ayer, a las 5 de la tarde. El duelo se recibió en la casa No. 48 de las calles de Larín, Col. Industrial.

Por el luctuoso suceso sus hijos Juan, Hernán, Alicia de Peniche y Berta de Vázquez, en México, y Alfredo y María de Cámara en esta ciudad, así como sus hijos políticos Ofelia Solís Duarte, María Teresa Ortega, Ing. Hernán Peniche Barrera, Ing. Alfonso Vázquez Díaz, Emma González Pérez y Oswaldo Cámara Rosas; sus hermanos Lic. Carlos Trejo García y Olga Repetto de Trejo*, sobrinos y demás deudos están recibiendo el pésame de las personas de su amistad, al que unimos el nuestro.

*Nota del administrador de Los Repetto en Yucatán: María Olga Repetto Vadillo (Badillo) nació el 9 de agosto de 1902 en Ciudad del Carmen. Fue hija de Juan Luis Repetto Badía y Dionisia Vadillo Jauriga, lo cual la hace media hermana menor de Juan, quien fue hijo de María Francisca Torre Medir.

viernes, 12 de octubre de 2012

La muerte de El Creso Peninsular


Foto: Enrique Arias Solís
(Álbum Carmelita)
El acaudalado comerciante y altruista don Victoriano Niévez Céspedes (nacido el 23 de marzo de 1806 en el barrio de San Román de la Ciudad de Campeche*) fue el padre de Ana  Niévez Hernández, quien se casó con Manuel Repetto Badía (hijo de Juan Repetto Simonet) el 20 de diciembre de 1862.

A lo largo de su vida, el señor Niévez acumuló una gran fortuna y realizó numerosas donaciones que ayudaron a construir la parroquia de Ciudad del Carmen y el cementerio de la isla, entre otras obras importantes.

El viernes 15 de octubre de 1885, La Revista de Mérida publicó, en primera plana, la siguiente nota con motivo de su defunción:

INFAUSTA NOTICIA.
--

Hemos recibido el siguiente comunicado:

Mérida, su casa, 15 de Octubre de 1885.- Sr. Editor de La Revista de Mérida.

Por telegramas que acabo de recibir de Campeche, se me comunica la noticia de que mi respetable amigo el Sr. Don Victoriano Niévez falleció en su vecindad de Laguna, antier martes a las cinco de la tarde. Me valgo de su diario para transmitir la noticia a las numerosas personas de esta capital, a quienes favoreció con generosidad. Sin duda lamentarán conmigo este infausto suceso y elevarán sus oraciones al Señor para que conceda el premio eterno al alma del generoso y caritativo finado, y sus consuelos a la respetable Sra. viuda Da. Francisca Hernández de Niévez y familia.

Su afectísimo amigo y servidor,
Benito Aznar Pérez

La Revista de Mérida y con ella la sociedad yucateca, estamos seguros que lamentará sinceramente la muerte del ilustre filántropo y del honorable comerciante, que en su larga vida supo impartir el bien a manos llenas, para todo aquello que tendiese al mejoramiento moral y material de su país. Éste ha perdido, pues, a uno de sus más distinguidos miembros, con especialidad el puerto del Carmen en donde formó, con su trabajo, la cuantiosa fortuna que le mereció el dictado de El Creso Peninsular. Dios conceda al alma del finado el premio de sus merecimientos, y a su atribulada familia la necesaria resignación para sobrellevar tan dolorosa pérdida.

La Redacción.

Mausoleo de la familia Niévez y sus descendientes, en el Panteón El Último Paseo
de Ciudad del Carmen (Foto JMRM febrero 2012)


Lápida de Victoriano Niévez en el citado mausoleo

Su viuda, Francisca Hernández, falleció menos de dos años después. El miércoles 20 de julio de 1887, la misma publicación citada anteriormente incluyó la siguiente nota:

LA SRA. VIUDA DE D. VICTORIANO NIEVES

Un parte telegráfico recibido en la tarde de ayer en esta Capital, nos ha hecho saber la noticia del fallecimiento en el Carmen, de la Sra. Da. Francisca Hernández de Nieves, viuda del ya difunto millonario D. Victoriano Nieves.

Deseamos que su alma goce en el cielo de la dicha de los justos.

Lápida de Francisca Hernández en el mismo mausoleo

* Nota del administrador de Los Repetto en Yucatán: Cantarell Alejandro, Daniel - "Victoriano Niévez: El Creso Peninsular" - Colección Instituto Campechano - San Francisco de Campeche, México - Primera Edición - 2008. Pág. 16.